Para poder efectuar
una selección apropiada del equipo personal de protección y para que
este sea usado convenientemente por los trabajadores hay que tener en
cuenta los tres factores principales de los cuales depende que el equipo
sea usado por ellos.
El primer factor que
debe tener en cuenta la persona responsable de las actividades de
seguridad e higiene del personal de una industria, es el de determinar
la necesidad del empleo de un equipo personal de protección cuando el
trabajador se enfrenta a una situación peligrosa. Lo primero que debe
hacerse es estudiar la posibilidad de eliminar inmediatamente las
condiciones de peligro que presenta el equipo o el proceso por medio de
una revisión de los mismos, o delos métodos de trabajo, o simplemente un
cambio radical de ellos, a fin de determinar si la condición peligrosa
puede desaparecer, o si a pesar de eso y como una medida de mayor
seguridad es adecuado y recomendable el empleo de un determinado equipo
personal, como una protección secundaria para proteger la vida y la
salud del trabajador.
El segundo factor que
debe tomarse en consideración es la selección adecuada y apropiada para
la protección del trabajador. En este caso hay que tener en mente dos
criterios: el grado de protección que debe suministrarse al individuo y
la facilidad con que el trabajador pueda usar dicho equipo.
El tercer factor es el
uso de dicho equipo por el trabajador, o sea el convencimiento del
individuo de la necesidad del uso de dicho equipo; es decir, que él
comprenda por qué debe usarlo. Indiscutiblemente debe tenerse en cuenta
también la facilidad y confort que pueda suministrar el equipo al ser
usado. Este no debe interferir con los movimientos del trabajador o los
procedimientos normales del trabajo. Como último recurso, deben también
considerarse las sanciones disciplinarias que puedan emplearse para que
influyan en la actitud de los trabajadores.
En los
establecimientos fabriles en los cuales es costumbre el uso de
protectores personales, el problema que presenta el tercer factor arriba
mencionado es de menor importancia. Por ejemplo, hay empresas en las
cuales el uso de gafas protectoras es obligatorio no solo para los
trabajadores, sino para toda persona, incluyendo visitantes que pasan al
interior de los talleres. En las empresas bien organizadas se les
entrega a los trabajadores los equipos que llenen los requisitos
necesarios para el trabajo, que sean fáciles de usar, y se les explica
el pro qué ellos deben utilizarlos. Esto ha constituido una costumbre en
esas empresas y ha llegado a constituir un hábito en los trabajadores,
siendo en la mayoría de los casos ellos mismos los que exigen que les
suministren los dispositivos cuando el trabajo lo requiere.
Cuando a un trabajador
se le entrega un equipo personal de protección por primera vez o cuando
se introduce un nuevo equipo para ser usado en ciertas condiciones de
trabajo, el problema se hace un poco más difícil. En primer lugar, habrá
necesidad de dar una explicación clara y razonada de por qué el equipo
debe ser usado. Esto ha de encontrar cierta resistencia justificable por
parte del trabajador. Además un cierto tipo de trabajador puede rehusar
el uso de protección por un gesto de bravura o vanidad. En este caso la
labor del encargado de seguridad, o mejor, de las comisiones de
seguridad e higiene, puede contrarrestar esta tendencia que está tan
universalmente arraigada en muchos trabajadores.
Otro procedimiento que
posiblemente contrarrestaría estas dificultades sería permitir a las
comisiones de seguridad e higiene el seleccionar el estilo particular de
equipo que va a ser usado en un trabajo determinado, siguiendo desde
luego los requisitos necesarios que se han fijado para la protección de
un peligro determinado por las personas competentes.
En muchas empresas, la
experiencia ha demostrado que el método más fácil para amortiguar la
resistencia de los trabajadores al uso de protectores personales
consiste en permitir que ellos mismos participen en la selección. Por
ejemplo, se les permite a los trabajadores hacer la selección del equipo
entre un grupo de diversos protectores que han sido seleccionados con
anterioridad por personas competentes y responsables. Por lo regular,
esta selección la llevan a cabo las comisiones de seguridad e higiene,
después de hacer un estudio de los riesgos a qué están expuestos los
trabajadores.
Fuente: Manual de seguridad e higiene ocupacional para la inspección del trabajo